17.10.11

mary


y es que no tiene que ser fácil admitir que no sabes con quien te has casado...
pobre mary, enamorada de un nazi sin saberlo que le cuenta historias de novias suicidas y hermanos chantajistas que ella se cree, incapaz de imaginar la horrible verdad que esconden semejantes historias...
pobre mary, que decide subir al campanario aún sabiendo que la escalera la ha roto él para intentar matarla...
pero que pese al amor, se atreve a dispararle...


3 comentarios:

Saraiba dijo...

Como me gusta recordar a Loretta...belisima! Como no he visto esta obra, me la apunto. Me han encantado tus palabras.

Manderly dijo...

El amor a veces te hace estas jugarretas!!

Violette dijo...

A veces, para mantener el amor, no queda sino olvidar a quién lo provocó... o volverse lo que uno no quiere ser..

Dificil elección. Un beso,