29.7.13

alexandra

 
alexandra del lago...
o princesa, como él la llamaba...
que quiere su oxigeno, a pesar de no saber ni donde ni con quien está, y seguir bebiendo y fumando, para olvidar su regreso al cine y los crueles primeros planos...
una gran estrella que no acepta el paso del tiempo, encerrada como una moderna norma desmond, en un hotel de un pueblo que ni sabe donde está, y jugando a un juego en el que no queda claro quien se aprovecha de quien en realidad...
y aunque al final las buenas noticias le hacen olvidarse de esa ternura que dice que sintió en un momento dado, la verdad es que si por ella hubiera sido, se lo habría llevado con ella... eso sí... como un lacayo...
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

diva por los cuatro costados...
cómo resistirse a un hombre que te llama princesa? renunciaría a parte del oxígeno...
muchos besos guapa!